A escasos días de haber quedado en fase de concurso preventivo de acreedores, el futuro de SanCor sigue complicándose y en el ámbito de la lechería proliferan los pases de factura por la crisis que afecta a la unión de cooperativas. En momentos en que continúa paralizada la producción en dos de las plantas que la firma aún posee en la provincia de Córdoba, la pirotecnia gana intensidad en Santa Fe con los cruces entre ex funcionarios provinciales, integrantes de la Mesa de la Lechería santafesina y el gremio ATILRA, quienes se acusan entre sí de haber colocado a la empresa al borde la quiebra. Mientras tanto, SanCor logró que la Justicia interceda y rehabilite los servicios de electricidad que se le habían suprimido también a inicios de febrero.
En el reparto de responsabilidades respecto del momento crítico que atraviesa SanCor, Pedro Morini, ex secretario de Lechería santafesino durante la gobernación de Miguel Lifhschitz, no dudó en señalar al sindicato como un actor que incluso busco hacerse con el control de la lechera.
“Hubo muchos errores propios y un gremio –por ATILRA– que quería quedarse con la empresa, asociados que dejaron de aportar su leche porque no cobraban y el deterioro que se vio en las góndolas. No sé si se tiene conciencia de que el principal capital de una empresa no es la fábrica sino la confianza que el mercado le tiene”, declaró.
“Me parece que esta situación que está viviendo SanCor es terminal. No va a tener una vuelta atrás porque tal cual está, no creo que tenga chances de reestructurarse. No se sabe si no está hipotecada o prendada. Quien la compre o asocie tendrá que hacer una inversión muy grande”, agregó.
Lecheros vs. ATILRA en plena crisis de SanCor
Los dichos de Morini recibieron el acompañamiento de la Mesa Provincial de Lechería de Santa Fe (Meprolsafe). Fuentes cercanas a esa organización afirmaron que los paros y las distintas medidas de fuerza promovidas por ATILRA sobre todo el año pasado “dañaron gravemente la confianza de los consumidores en una marca tan emblemática como SanCor”.
“Las continuas medidas de fuerza incluso ahuyentaron a quienes de pronto podían aportar capital para mejorar la situación de la empresa. Más allá de los malos manejos de la dirigencia de la compañía, la crisis de SanCor no se puede separar de todas las acciones que ejecutó el sindicato en los últimos años”, se añadió.
Atenta a estos dichos, la cúpula de ATILRA, encabezada por Etín Ponce, recogió el guante y la respuesta no se hizo esperar. El gremio sostuvo que Morini manifiesta una “supina ignorancia” y negó todo interés por quedarse con el manejo absoluto de SanCor.
“ATILRA jamás hemos tenido la intención de quedarse con ninguna empresa del sector”, remarcó el sindicato a través de un comunicado, aclarando que “tal posibilidad está absolutamente vedada desde el punto de vista legal tornándose consecuentemente imposible que alguien pueda pensar racionalmente en ello”.
“Dicho esto, reiteramos que ni los trabajadores de SanCor, ni ATILRA gestionan a las empresas, esta es una tarea de dirección reservada a las autoridades de las mismas. Las y los trabajadores son solo responsables de la calidad de los productos que elaboran y víctimas de las gestiones de quienes han venido dirigiendo a la cooperativa”, indicó la organización.
“Como consecuencia de años de malos manejos, quienes desempeñan tareas en la compañía han tenido un doble perjuicio. Por un lado, hace años que no perciben la totalidad de sus haberes y por el otro se les vinieron practicando también por años descuentos en concepto de aportes a la seguridad social, jubilación, obra social, mutual, sindicato, etc., pero esos importes no fueron aportados a dichos organismos”, añadió.
En el mismo comunicado, ATILRA sostuvo que “hace tiempo que venimos asistiendo a mentiras como la expresada por Pedro Morini, que lo único que generan es un mal diagnóstico y sabido es que en SanCor los malos diagnósticos generaron pésimas decisiones”.
Por último, la organización gremial afirmó no ser “enemiga del sector industrial” y que colaborará “en todo lo que está a nuestro alcance” para enderezar el mal momento de la unión de cooperativas.
SanCor y el concurso de acreedores
A principios de este mes, SanCor se presentó a concurso preventivo de acreedores y su continuidad operativa quedó en entredicho.
La compañía venía de paralizar la actividad en dos de sus instalaciones en la provincia de Córdoba. En el seno de la láctea incluso empezó a debatirse la posibilidad de abandonar el esquema de cooperativa que ha sido un distintivo de SanCor desde su fundación para, de esa forma, habilitar la adquisición por parte de un privado.
La compañía láctea dio cuenta de la presentación a concurso de acreedores vía un comunicado en el que expuso su intención de buscar soluciones a su crisis comercial y financiera.
“Tras atravesar una profunda crisis en 2017, la Cooperativa inició un proceso de reestructuración que fue cumpliendo distintas etapas. Este plan incluyó una instancia extrajudicial, así como la venta y cierre de varias dependencias productivas, comerciales y administrativas. Estas medidas permitieron una paulatina estabilización de la situación que transitaba la Cooperativa”, indicó la firma.
Luego añadió que “diferentes alternativas y mantuvo negociaciones con un grupo empresarial interesado en desarrollar un fideicomiso que impulsara su recuperación. Sin embargo, luego de dos años, esa iniciativa no prosperó, lo que marcó un punto crítico en el camino de la Cooperativa”.
La cúpula de SanCor reconoció que los últimos conflictos laborales y las negociaciones para buscar capitales frescos no prosperaron.