Luego de varios meses fuera del foco público, Gérard Depardieu reapareció este lunes ante el Tribunal Penal de París, acusado de agresiones sexuales por dos mujeres del mundo del cine. El actor, de 76 años, se presentó visiblemente más delgado, con un traje oscuro holgado, apoyándose en su bastón y mostrando signos de dolor físico, en medio de un ambiente tenso y mediático.
Gérard Depardieu fue detenido durante la investigación por acusaciones de agresión sexual en Francia
Se trata de su primera comparecencia pública en el marco de las denuncias que pesan en su contra y que han llevado su carrera al borde del colapso. Dos filas detrás de él se encontraba parte de su círculo cercano: su hija Roxane, su expareja Karine Silla y el actual marido de esta, el actor Vincent Perez.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Las denunciantes, el silencio del actor y un abogado en escena
En el extremo derecho de la sala estaban Amélie (54) y Sarah (34) —nombre modificado por pedido de la víctima—, quienes acusaron a Depardieu de agresiones sexuales durante el rodaje de Les volets verts en 2021. Ambas trabajaban en el set: una como escenógrafa, la otra como asistente de dirección.
La jornada, sin embargo, estuvo marcada por la ausencia de palabras del acusado. Quien monopolizó el tiempo fue su abogado, Jérémie Assous, que durante una hora y 46 minutos realizó un alegato extenso e intenso, denunciando supuestas irregularidades procesales y atacando directamente la credibilidad de las víctimas y la cobertura de la prensa.
Relatos de abuso en un plató cerrado
Según Amélie, el actor la inmovilizó con sus piernas, le tocó los pechos y la zona genital sobre la ropa, y solo la intervención de otras personas evitó que el hecho continuara. “No sé cómo habría terminado si no me hubieran sacado de allí”, declaró. Una de las personas que habría intervenido sería el guardaespaldas del actor, aunque este aseguró que no se encontraba en el set en ese momento.
La defensa intentó desacreditar la acusación, subrayando el tamaño del plató (80 m²) y alegando que nadie más vio ni escuchó nada. “Diecinueve testigos niegan cualquier incidente”, aseguró Assous.
Además, el abogado ironizó sobre la condición física del actor en 2021: “Pesaba 26 kilos más, tenía obesidad mórbida y no podía caminar 160 metros”. La estrategia fue tildada de dilatoria por la parte civil, que acusó a la defensa de intentar evitar que se analice el fondo del caso.
Tensión, interrupciones y testigos sin tiempo
La audiencia se tornó aún más caótica cuando la actriz Anouk Grinberg, presente como apoyo a las denunciantes, fue expulsada de la sala por gritar desde el público. Al mismo tiempo, la abogada de una de las víctimas, Claude Vincent, expresó su indignación: “Si no fuera Depardieu, jamás se le habría permitido a su abogado hablar durante casi dos horas seguidas”.
Más tarde, Vincent leyó un mensaje que Sarah había enviado a una amiga tras el hecho: “Gégé lleva tocándome desde ayer, me está volviendo loca, tengo ganas de darle un tortazo”. “Y yo también”, cerró la letrada con dureza.
Condiciones especiales para Depardieu
Debido a su estado de salud, los médicos solicitaron que las vistas no superen las seis horas por día, con pausas cada tres horas. Además, Depardieu tiene permiso para levantarse, comer barritas de cereales, ir al baño libremente y consultar su medidor de glucosa.
La vista, que debía concluir el martes, podría extenderse durante toda la semana. Aún se esperan las declaraciones de varios testigos citados por ambas partes, incluyendo a la actriz Fanny Ardant, que se presentó ante el tribunal como testigo de la defensa.
La incógnita que permanece es si Gérard Depardieu hablará finalmente ante el tribunal y qué rumbo tomará un juicio que mezcla escándalo, poder, cine y dolor.
JCCL/fl